miércoles, 13 de junio de 2007

Oh mai gad! (¿por qué no somos normales en esta casa?)

Es bastante normal tener mascotas, quien no tiene ahora un perro, gato o cotorras. Pero en nuestro caso nosotros somos un poco más excentricos, me refiero a mi hermano y a mi, y no piensen que tenemos un alacrán o viboritas. Eso era tan raro que se volvió popular y ahora pertenece a las pelusas...

Nos gustan los gatos, hemos tenido un buen desde niños, a mi padre le fascinan y por el otro lado mi jefa los odia. La bush la tengo desde que estaba en segundo de primaria ya tiene dieciocho años con nosotros, ahora mismo esta en casa de mis padres en Piedras Negras. Pero además de la bush han habido como cuatro michos, el negro, el mefistófeles, el pinto, la gorda y quien sabe cuantos mas que se fueron antes del bautizo. Cuando nos mudamos a un departamento, aquí en Monterrey, en el segundo piso de una casa; al genio de mi hermano se le ocurre aceptar un gato cuando no teníamos patio para la susodicha bestia. Ese fue el mefístofeles, al principio le dijeron que era de la gata de una amiga (obvio, ni modo que apareciera por generación espontánea o de manera inmaculada), ya fue después salió a flote la verdad, al mefistófeles lo sacaron de un bote de basura cuando comía apaciblemente.

Ahora eso es una historia normal, lo que no es normal es que cuando mi hermano iba a castrar al gato le pedí de favor que conservara los testículos del gato, pensaba coservarlos para que soporten el paso de los evos sumergidos en formol, o en todo caso guisarlos y dárselos de comer junto con sus croquetas, quien sabe y a lo mejor le volvían a crecer... al último creímos que se verían mucho mas monos en su frasquito en la mesa junto al salero.

El mefístofeles se nos fue, de repente no regreso, y nunca apareció muerto; después vinieron mas gatos que no llegaron al bautizo y los que vendrán, por lo pronto conservamos sus gumaros en la cocina en recuerdo de un gato feo y que se tiraba gases, pero harto cariñoso.

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De izquierda a derecha estan los gumaros del mefstófeles y los del bukochas, que aun vive y es de mi primo, y del otro lado esta el rock DJ, hijo de la galleta a la cual le practicaron una OVH, nuestra actual mascota.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"al mefistófeles lo sacaron de un bote de basura cuando comía apaciblemente."

Oh, la humanidad!!!

Pixie dijo...

Pobres de tus gatos, exhibiendo sus joyas en el comedor...

Bueno, supongo que si yo hubiera castrado a smonky aun seguiria conmigo y no desaparecido

Me gusto pasar por aqui..

Saludos!

Jessica Sosa Echagaray dijo...

ah, la ma....